Deslizamientos y riesgos naturales

landslide monitoring, landslip monitoring, slope monitoring instruments

¿QUÉ ES EL MONITOREO DE LOS DESLIZAMIENTOS?

El monitoreo de los deslizamientos de tierras se refiere al proceso de mantener bajo control la estabilidad de las laderas e identificar posibles movimientos. Implica el uso de diversas técnicas e instrumentos para monitorear continuamente el comportamiento de los taludes y detectar cualquier signo de inestabilidad. El monitoreo de la estabilidad de los taludes y de los deslizamientos de tierra suele implicar la instalación de sensores, como inclinómetros, piezómetros e clinómetros, que miden el movimiento, la deformación y la presión del agua dentro de un talud. Estos sensores proporcionan datos casi en tiempo real que se analizan para identificar cualquier cambio o tendencia que pueda indicar un mayor riesgo de deslizamiento. Los datos recogidos mediante el monitoreo geotécnico de los deslizamientos de tierra se utilizan para evaluar los riesgos asociados y desarrollar medidas adecuadas para mitigarlos. Esto puede incluir medidas de estabilización de taludes, como la instalación de muros de contención, anclajes o sistemas de drenaje, así como la implantación de sistemas de alerta temprana para avisar a las comunidades cercanas en caso ocurra un deslizamiento inminente.
landslip monitoring

¿CUÁLES SON LOS RETOS DEL MONITOREO DE LOS DESLIZAMIENTOS DE TIERRA?

Hay varios parámetros que suelen controlarse en el monitoreo de los deslizamientos de tierra. Estos parámetros pueden ayudar a identificar el potencial de inestabilidad de la ladera y la probabilidad de que se produzca un deslizamiento de tierras. Algunos de los parámetros clave son:

  • Movimiento del talud: se refiere a la magnitud y dirección del movimiento dentro del talud. Puede medirse con instrumentos como los inclinómetros, que miden el desplazamiento horizontal en el cuerpo del deslizamiento y el desplazamiento total en la superficie.
  • Presión del agua subterránea: los cambios en la presión del agua subterránea pueden afectar a la estabilidad de un talud. Para medir la presión del agua dentro de un talud se utilizan varios modelos de piezómetros.
  • Temperatura: los cambios de temperatura pueden afectar a la resistencia del material del talud, sobre todo en ciclos de hielo-deshielo. Para medir los cambios de temperatura pueden utilizarse sensores y cadenas termométricas.
  • Deformación: los cambios en la deformación de los taludes, como protuberancias o grietas, pueden indicar inestabilidad. Para medir los cambios de deformación pueden utilizarse extensómetros MPBX y fisurómetros.
  • Precipitaciones: las lluvias torrenciales pueden aumentar el riesgo de deslizamientos al incrementar la presión de los poros en el interior de un talud. Los pluviómetros (no fabricados por Sisgeo) se utilizan para medir la cantidad de precipitaciones en una determinada zona.
  • Actividad sísmica: la actividad sísmica puede desencadenar deslizamiento de tierra, sobre todo en zonas con pendientes pronunciadas o suelos inestables. Se pueden utilizar sismómetros (no fabricados por Sisgeo) para medir la actividad sísmica de una zona.

Mediante el monitoreo de estos parámetros, los ingenieros y geólogos pueden identificar los riesgos potenciales y tomar las medidas adecuadas para mitigar los riesgos asociados a los posibles deslizamientos.

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