Células de presión
Las células de presión consisten esencialmente en una almohadilla de presión llena de aceite desaireado, conectada a un transductor de presión con un tubo hidráulico. El tamaño y la forma de la almohadilla de presión deben elegirse en función de la aplicación, la presión prevista, el tamaño de la estructura en la que se instalará y el método de instalación.
Las celdas de presión se utilizan habitualmente durante la excavación de túneles y la construcción de presas de contención.
Un gato plano es un dispositivo utilizado para medir la tensión o la capacidad de carga de una estructura. Consiste en una almohadilla plana que se inserta en un corte fino en una estructura de hormigón o roca.
Las células de presión de tierra total constan de una almohadilla de presión sensible de una sola cara conectada al transductor de presión con un tubo rígido de acero. El transductor de presión suele ser un sensor de cuerda vibrante, debido a la larga vida útil prevista de esta tecnología.
En los túneles, las células de presión hidráulica suelen ser necesarias para controlar las tensiones en el revestimiento de hormigón. Las células de presión hidráulica están disponibles en dos modelos: células de presión radial y células de presión tangencial. Deben personalizarse en cuanto a forma, tamaño, modelo de transductor y rango de medición. Con este tipo de células de presión, es posible tanto la lectura local como la monitorización remota.
El gato plano se presuriza con un fluido, normalmente aceite, que ejerce presión sobre la superficie circundante. Midiendo la presión necesaria para levantar el gato o el desplazamiento resultante, los ingenieros pueden evaluar la integridad estructural y las propiedades mecánicas del material sometido a ensayo.
También se puede encontrar mucha información, consejos y limitaciones sobre el uso de células de presión en la norma internacional ISO 18674-5 «Stress change measurements by total pressure cells (TPC)».